¡Paz y Bien hermanos!
Como cada año comenzamos el tiempo de Adviento, tiempo de espera y de reparación para la venida del nacimiento de Nuestro Salvador.
El Papa Francisco nos dice que el Adviento nos invita a dejarnos sorprender por el Señor. Aprender a no depender de nuestras seguridades, de nuestros esquemas consolidados, porque el Señor viene en la hora en la que no imaginamos. El Adviento "viene para introducirnos en una dimensión más bella y más grande".
No invita a una vigilancia, porque no sabiendo cuando vendrá Él, se necesita estar siempre preparados para partir".
En este tiempo y en este domingo nos fijamos en MARÍA, a Ella la llamamos, Mujer de Fe. Si la contemplamos en el momento de la Anunciación, descubrimos las características que el Señor nos pide en el Evangelio.
- María, está en "vela"..., está atenta, disponible, abierta a escuchar la Voluntad de Dios...
- María, "vigila", que no es solo estar despierto, sino que todas sus capacidades, sus dones, los pone al servicio,...
Con María podemos aprender a vivir la voluntad del Señor. Su "Hágase en mi" es el testimonio más claro de una fe disponible y viva... por eso nos unimos a Ella pidiendo con Fe a Jesús que venga y se haga presente en nuestras vidas.
Depositamos a los pies de María una vela y junto a la cuna vacía, como gesto de nuestro deseo de estar vigilantes para la llegada del Niño Dios.
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